jueves, 16 de junio de 2011



¿Me abrazas?
Claro que sí, ¿pero no sería mejor que yo te abrazara por sorpresa?
Lo necesito ahora, lo que importa de un abrazo no es si es sorpresa o si lo ves venir. Abrázame.
Te abrazo.
Siempre me ha gustado apoyar la mejilla derecha en alguien, y agarrarme fuerte.
No sería capaz de soltarte.
¿Te das cuenta de que estamos en medio de la calle, abrazados y rodeados de multitud de transeúntes que nos observan? Me encanta, consiguen que me apetezca más cerrar los ojos y apoyar la mejilla derecha en tu hombro.
¿Un mal día?
Sí, algo así. Un mal día sin ti…


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