domingo, 1 de mayo de 2011


1-5-11

La haces bien, y aunque te hierva la sangre te encadenas para no llamar. ¿Cómo haces? Conozco todos tus trucos, pero aún así me das que pensar, te guardas el orgullo donde nadie pueda dudar de que lo tenes. Y así vas, sin perder el objetivo, pidiendo dos cuando queres tres. Ya estoy bien, ya me ordené en mi desorden, y aquellas voces no me hablan más. Por favor, mentime y dame la espalda. Otra vez no quiero patinar. Y me esperas más de la cuenta siendo siempre el que yo soñé, y firme yo, me encierro en que es peor amar y envejecer!

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